La vida hoy pareciera ser más virtual que real, incluso hemos encontrado memes que refieren que familiares se reencuentran luego de quedarse sin internet, porque ahora todo es vía virtual, mensajes instantáneos y demás.
Entonces, si las relaciones interpersonales ahora son virtuales, lo mismo ha pasado con las demás esferas de la vida.
Muchas empresas ya permiten el home office o móvil office, las compras también se han cambiado al entorno virtual y todo migra hacia la gran nube y las redes virtuales.
Por ello ahora dicen que si tú o tu empresa no están en línea, simplemente no existen, y todo ha ido encaminado a eliminar barreras espaciales con ayuda de los gadgets interconectados; estos han logrado que cada vez los tratos y la comunicación entre personas sean más directos.
En cuanto al comercio electrónico tenemos los casos mercado libre, Amazon, eBay, y otras más, incluso la nueva opción a través de Facebook que permite a los usuarios poner a la venta y hacer intercambios de artículos nuevos y usados con otras personas.
Bajo esta línea, recientemente ha salido otro portal cuya función es interconectar a personas que desean intercambiar algunas cosas que ya no utilizan por otras cosas que les serían de utilidad.
En esta plataforma no existe el dinero, sino sólo los intercambios a través de puntos electrónicos con nulo valor monetario pero con una equivalencia en pesos uno a uno.
De acuerdo con los fundadores, el poner un «precio» a los objetos evita que termines cambiando una computadora por una taza para café quedando en desventaja, sino que si tu computadora tiene un valor de mil puntos y la taz uno de 100, puedas dar tu computadora por esos mil puntos y con esos mil puntos comprarte una taza, una silla y un mantel por ejemplo.
Esto significa que el trueque no es directo, sino que emula el sistema de bitcoin, que no ha pegado del todo en México, pero que hace del comercio o del trueque un intercambio más equitativo.
Para iniciar, y poder participar en los trueques, los fundadores de Calicuta iniciaron con un modelo sencillo, cada usuario sube 10 productos que quiere ofertar, y a cambio la empresa les regala mil puntos para que puedan empezar a intercambiar lo que no necesitan por lo que desean.
¿Y dónde está el negocio?
Para el usuario ya quedó muy claro, deshacerse de lo que ya no quiere, pero para empresa el negocio está en que por cada cosa que «vendas» o por cada cosa de la que él ofertador se «deshaga» paga una comisión a la empresa del 9%.
Es decir si entregó un producto de 100 puntos, el ofertador debe pagar $9.00 pesos mexicanos a la empresa.
Es un poco a la inversa, generalmente cuando vendemos algo obtenemos una ganancia, en este caso al vender un producto se debe pagar el 9% en efectivo a la empresa que proporcio a la plataforma.
¿Y qué hay cuando ya no tienes nada más que intercambiar?
Nada, los puntos que hayas acumulado, se quedan en tu cuenta indefinidamente hasta que tengas algo más que dar o recibir, no hay manera de sacar los puntos, pues recordemos que su valor monetario es nulo, pero mientras la empresa siga en pie, estos no expiran nunca.
Es un modelo muy diferente de negocios, tal vez para un nicho muy específico, es como pagarle al señor de la basura para que se lleve lo que no necesitas más, pero en este caso, pagas a la plataforma por ayudarte a deshacerte de algo que quieres o no usas para que otro alguien lo aproveche en lugar de sólo desecharlo.