Todos necesitamos transportarnos para realizar nuestras labores, y algunas empresas su objetivo es justamente el transporte y con todas las situaciones en la vida cotidiana como los litros que no son de a litro, el ordenamiento de los mismos tanques de los vehículos, rutas inadecuadas e incluso el uso de notas de gasolina no propias para deducir impuestos han alentado la aparición de métodos de control más estrictos.
Hoy se habla del internet de las cosas, es decir cada vez menos podemos vivir sin conectividad, y por ello con las nuevas soluciones puede incluso verse en tiempo real lo que se desea conocer, generando un gran número de datos utilizables para un sin número de reportes.
A las empresas les interesa saber que sus prestaciones sean aprovechadas por sus propios empleados y que los recursos destinados para la misma empresa se utilicen para la misma y no se desvíen y a la vez que puedan ser deducibles de impuestos.
Por ello es que la tecnología y plataformas de conectividad desarrolladas por la conocida Telefónica, se alía con los vales inteligas, quien ya tiene cautivos a más de 11 mil corporativos como medio de pago para gasolina, sin embargo, este producto como tal puede parecer obsoleto ara las necesidades de hoy, y ahora además de un método de pago electrónico y controlado hoy ofrece:
- Verificar cuántos litros efectivamente fueron ingresados en la unidad
- Tipo de manejo del conductor (frenado, acelerado, cambios de velocidad)
- Vigilancia de la trayectoria del vehículo
- Botón de pánico en caso de emergencia
- Con esto, no sólo se busca vigilar y controlar los trayectos, sino conseguir ahorros de más del 30% en el consumo de combustibles y desgaste de los vehículos, al conocer cuáles son las estaciones de gasolina donde hay menos variación en los litros y optimizar sus rutas para mejores resultados.
La inversión para los corporativos inicia a partir de 700 pesos mensuales por unidad, lo que incluye la tarjeta inteligente de rastreo, la plataforma, el paquete de datos y roaming, vinculado a la tarjeta de les de gasolina asignados a la unidad en particular.
Posteriormente verificarán si es viable insertar estos chips o tarjetas inteligentes en autos particulares, aunque será un reto para la ética y la privacidad del uso de datos y geolocalización de los usuarios.