Dormir es una necesidad fisiológica, no un lujo, y eso es precisamente lo que debemos entender para tener una vida más sana, y con mayor calidad.
Tú ¿sabes cuántas horas mínimas debes dormir, o por lo menos cuántas recomienda la OMS para tener una buena calidad de vida?
Regularmente nos dicen que ocho, pero más allá del número de horas, tiene que ver la calidad del sueño, es decir que sea un sueño reparador, y para ello ¿qué crees?, necesitas dormir cuando menos 6.5 horas por la noche, de forma profunda y unos 20 minutos de siesta durante el día.
Eso te da el descanso reparador que necesitas para vivir bien, sin embargo, el mexicano promedio sólo duerme de 4.5 a 5 horas por noche y no siempre de forma de profunda, y una gran cantidad de personas sufre de insomnio, que puede además llevarlo a vivir en condiciones de riesgo.
De acuerdo con el psiquiatra Alejandro Jimenez, los problemas para dormir se dividen en tres:
- Dificultad para quedarse dormido
- Dificultad para mantenerse dormido
- Tener despertares prematuros
Y todo esto puede generar:
- Fatiga
- Tristeza
- Poco Ánimo
- Fallas de Memoria
- Somnolencia
- Irritabilidad
Y los problemas del sueño pueden ser situacionales, episódicos o persistentes o crónicos, el primer tipo está asociados a eventos particulares en la vida como un accidente, un problema emocional como una ruptura con la pareja o aun desastre natural como un terremoto, y dura no más de una semana, el esporádico es cuándo solo se presenta por periodos cortos pero de forma rutinaria, es decir cada cierto número de meses, y el crónico es cuando el problema para conciliar el sueño dura más de tres meses.
Se ha dedicado tres meses porque los estudios han demostrado que un paciente que dura tres meses con insomnio o cualquier problema de sueño, al año sigue teniendo el mismo problema.
Asimismo se ha detectado que cerca de una quinta parte de la población tiene problemas para conciliar y conservar el sueño.
Fue e 1995 cuando Tellez L. Descubrió que el 16.4% de la población en zonas metropolitanas, tenían algún problema relacionado al sueño, más adelante, Caraveo, A., encontró que para 2017, la cifra había sido de 17.3%, y por su parte, ese mismo año, la ENSANUT halló un 18.8% de prevalencia a nivel federal, y no sólo en grandes ciudades.
Dormir mal no se limita a tener una calidad de vida menor, o lucir cansado y tener un mal humor, sino que genera también una baja productividad laboral. De las personas que duermen mal, el 8% consideran no ir a trabajar por el cansancio, frente sólo a un 1%, de quienes generalmente duermen bien o por lo menos lo suficiente.
Pacientes del mal dormir, llegan a faltar hasta 40 días por año al trabajo por problemas de cansancio, o aunque se presenten a trabajar, no tienen productividad, y es como si hubiesen faltado, contribuyendo a las estadísticas del presentismo, es decir, que el empleado se presenta, pero no trabaja.
En comparación con otras enfermedades crónicas, el ausentismo por motivos de salud es tan sólo de 10 días, es decir, dormir mal, genera 400% más ausentismo.
Asimismo el dormir mal está asociado con otras enfermedades como los males cardiovasculares, la obesidad y afecta más casos de cáncer.
Por ello es que Edilberto Peña de León, experto e neuropsiquiatría, menciona que el tratamiento del insomnio debe ser integral y basarse en una buena higiene del sueño, dejando los medicamentos sólo para casos extremos porque no ofrecen efectos inmediatos.
“Lo primero es dejar de tener fobia por no dormir, cuando la persona ya sabe que tiene problemas para dormir, apenas se acerca la hora de irse a la cama empiezan a pensar que no van a poder dormir, generándose un daño a si mismos con su estado mental”, dijo.
El Día Mundial del Sueño se celebra cada año un viernes antes del equinoccio de primavera.
La higiene del sueño:
1 Irse a la cama sólo cuando se tenga sueño
2 Levantarse todos los días, incluidos los fines de semana, a la misma hora.
3 Evitar quedarse en la cama despierto más tiempo del necesario Evitar las siestas durante el día
4 Reducir o evitar el consumo de alcohol, cafeína, hipnóticos
5 Evitar comidas copiosas antes de acostarse
6 Mantener condiciones ambientales adecuadas para dormir (temperatura, ventilación, ruidos, luz )
7 Evitar actividades estresantes en las horas previas de acostarse
8 Realizar un ejercicio físico moderado al final de la tarde
9 Practicar ejercicios de relajación antes de acostarse
10 Tomar baños de agua a temperatura corporal por su efecto relajante