Las vacaciones veraniegas son las más esperadas por la mayoría de las personas, por lo menos por quienes gustan de la playa, pues casi casi, verano es sinónimo de playa, sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas y hay graves riesgos asociados a esto.
La mayoría de los daños son dermatológicos, desde las conocidas quemaduras solares, hasta otros problemas como hongos, tiña, impétigo, escabiosis, larvas, piojos y hasta cáncer o incluso alopecia.
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De igual forma, los piojos, pueden ser contagiados en la alberca con gran facilidad, pues mientras la vida promedio fuera de una cabeza es de 12 a 24 horas, en el agua puede vivir por vario días hasta encontrar una cabeza nueva, pues el agua le impide deshidratarse y morir.
Basta con que una sólo persona con piojos moje su cabello en la alberca para depositar uno o más piojos y generar un contagio por infestación.
