Por salud siempre nos recomiendan consumir fruta de temporada, y es que la naturaleza no se equivoca.
Lo que nos brinda siempre está encaminado a ofrecernos la fortaleza que necesitamos para nuestro sistema inmune, hidratación y hacer frente a los extremos del clima, ya sea frío o calor.
Y claro, las cerezas no son la excepción. Son pequeñas frutas de varios árboles del género Prunus, aunque comercialmente se aproveche un número limitado de especies.
Al árbol se le conoce como cerezo o guindo. Si bien todos los cerezos son del género Prunus, a éste pertenecen especies que no lo son, como el ciruelo, el almendro, el albaricoquero o damasco y el melocotonero o duraznero.